lunes, 7 de mayo de 2007

fUnDiDa...


Acabo de despertar de este maldito sueño...

He abierto por fin los ojos y lo he visto todo fundido.

El deber con el querer,

el enemigo con el amigo...todo.

Sólo hay algo que no consigue fundirse...

tu alma con mi corazón.

Friamente calienta el sol.

Parece ser que todo se ha fundido, pero mi corazón antes de hielo, ahora es de acero, y no se funde.

Demasiadas veces deshecha,

muchas por delante de entereza.

No me haces falta para brillar,

no te necesito para sonreir,

no te quiero para nada.

Hasta nunca.

domingo, 6 de mayo de 2007



La manifestación de toda la rabia acumulada en mi interior se reduce a una palabra...tu nombre.

Un nombre personifica la ira,


la calma anhela el mio...

Sin tener paz, sin dormir, sin vivir...

Deseo todo lo que no tengo,

amo a todo lo que pierdo.

Quizás no a todo, sólo a una parte.

Ansias por olvidar el olvido,

ganas,

carisma,

fuerzas.

De donde no exista luz, conseguiré una llama,

de allí, del mismo sitio donde empezó todo llegará...

el principio del fin.

miércoles, 2 de mayo de 2007

¿¿mE CoNoCeS??


Es imposible afirmar eso que muchos dicen...te conozco como a la palma de mi mano....

De hecho para los creyentes en el destino, dicen que el destino está escrito en las línias que tenemos en las manos, por lo tanto es algo que lamentablemente desconocemos.

Una bonita frase he escuchado hoy....solamente me conoce el instante.

Y es cierto, sólo ese momento fugaz que se marcha es capaz de conocerme, porque después de ese llegará otro instante, y yo habré cambiado...

Nuestras vidas evolucionan, cambian, y con ellas nosotros...¿o quizás sea la vida la que cambia dependiendo de nosotros?

Lo único claro aquí es el cambio, inconstante, impaciente, nos persigue...

Nos manipula a su antojo, desfia al destino....¿lo consigue?

Esos labios entreabiertos jamás volverán a ser los mismos...ese instante no volverá para conocerlos de nuevo, lo pasado queda en el pasado, lo futuro a punto de llegar.

Junto al presente nosotros: desconocidos por nosotros mismos, anónimos de nuestra persona.

Jamás afirmes conocer a nadie, porque ni siquiera puedes llegar a conocerte a tí.