miércoles, 20 de febrero de 2008

No me dejes morir...porfavor...


No dejes que cierre mis párpados,

para jamás volverlos a abrir...


Quizás la odiosa locura infecte mi razón,

pero no me importa.


Simplemente quiero ver la luz del sol,

solamente ya no deseo dormir...


Nunca helar mis venas,

jamás detener mi corazón.


Preciada vida,

¿añorada muerte?


Mis pequeñas palabras,

hacen insignificante tal sentimiento.


Para poder valorar nuestro tiempo,

debemos saber que en cualquier momento...

se puede acabar.


lunes, 4 de febrero de 2008

Shhhhhh....



No digas nada...

Pon atención a lo que se oye...

El susurro de nuestras almas,

los gritos de nuestro deseo.


Es imposible hacerlos callar...

ni tan sólo la cordura lo ha conseguido.



Puede que la ilusión sea confusión.

Y sin embargo,

nada puede ahogar esas voces que no paran.


La vida no es más que un cúmulo de casualidades,

a las que prefiero llamar destino.


Sigue, no te detengas...

no dejes esta vida a medias.